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Eventos y presentaciones

Cátedra libre Federico García Lorca
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Cuándo/dónde

miércoles de 10 a 12m.

Biblioteca Los Palos Grandes. Caracas.

Asistentes previa postulación

Miguel Hernández
Taller: poesía y dramaturgia
Miércoles 5 a 7 pm.

ESCUELA DE IDEAS

Inscripciones abiertas

Inés Muñoz Aguirre, Valentina Saa Carbonell y Marcos Tarre Briceño conversaron sobre este género

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Hablan tres escritores del género: “La novela negra es más que un crimen”

Amores que matan

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Muñoz Aguirre, aparte de ser una prolífica escritora, es reconocida por su carrera en el mundo del teatro, dentro del cual ha realizado diversos proyectos y ejercido sobre todo la dramaturgia. La comunicadora social inició el foro con un recorrido por las raíces del género negro.

Para esta travesía escogió cinco obras maestras de la literatura que tradicionalmente no son catalogadas como de género negro: Las desventuras del joven Werther de J.W. Goethe, María de Jorge Isaac, Yerma de García Lorca,Otelo de William Shakespeare y Medea de Eurípides.

La novela epistolar que inicia la fama de Goethe narra los padecimientos del joven Werther por el amor que siente por Carlota, una joven que no puede corresponderlo por estar comprometida con otro. Este estado de angustia lleva a Werther a quitarse la vida con una pistola que también disparará una ola de suicidios a lo largo de Europa entre los lectores que veían en Werther un modelo a seguir. “¿Cómo puede uno concebir un amor sin sufrimiento?”, se preguntó la autora con respecto a este clásico.

También en María, del colombiano Jorge Isaacs, se relata la historia de un amor idílico en el valle del Cauca que culmina cuando, al regreso de un largo viaje de estudios con el que su padre buscaba separarlo de María, Efraín descubre que su amada y también prima ha fallecido de un ataque de epilepsia.

Aunque propiamente no hay un crimen, para Muñoz, María se acerca a la novela negra por el sentido de tristeza y pesadumbre que logra recrear. “No en toda novela negra hay un crimen”, reiteró quien dentro del género ha publicado La segunda y sagrada familia y A los vecinos ni con el pétalo de una rosa en la colección Vértigo de Ediciones B.

Entonces, más allá de las características propia del género, estas historias sirven como germen de la novela negra por los vínculos entre lo afectivo y la muerte. Allí donde la muerte y el amor se unen se entra en el mundo del noir.

La directora de la cátedra Federico García Lorca terminó su recorrido con tres grandes piezas del teatro donde los amores que matan son el eje de la acción que arrastra a la tragedia.

“No podemos olvidar a los griegos, porque allí está el origen de todas nuestras tragedias. Recordemos a Medea”, heroína que, según el relato mítico que recoge Eurípides, asesina a sus dos hijos frente a su padre Jasón porque se atrevió a rechazarla. “La mayoría de los crímenes amorosos se producen por celos, como en Otelo” de William Shakespeare, obra en la que el moro Otelo ahoga a su esposa Desdémona porque le han hecho creer que lo engañaba, agregó.

Muñoz Aguirre también se detuvo en el asesinato de un hombre en manos de su esposa, como se presenta en Yerma de García Lorca. “Todas estas historias se nos pueden volver contemporáneas” y para ilustrar esta idea leyó una serie de crónicas de sucesos que sitúan estos famosos crímenes en la Caracas actual.

Una Medea en Alto Prado y un Otelo de Los Teques, por ejemplo, dejaron en claro que el género negro trasciende la categoría que se le ha querido dar dentro de la literatura; más bien este tipo de relato nos acompaña desde un principio, pero oculto en las historias que durante siglos han conmovido a los hombres.

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